Oportunidades para Pymes argentinas en Uruguay

Las exportaciones a Uruguay crecieron más de 90% interanual entre enero y marzo de 2025, con liderazgo en alimentos, energía y productos industriales. Las Pymes tienen un mercado cercano.

El intercambio comercial entre Argentina y Uruguay mostró un dinamismo con señales positivas para el país. En el primer trimestre de 2025, se contó con un saldo positivo y con una evolución favorable en los principales rubros exportadores.

Las exportaciones argentinas hacia Uruguay totalizaron en USD 218 millones en marzo de 2025, con un acumulado trimestral de USD 476 millones. Esta cifra representa un crecimiento de alrededor del 40% respecto del mismo período de enero a marzo de 2024. Es de esperarse que la tendencia aumente a los niveles alcanzados a mediados de 2024.

Está situación contrasta con la evolución de las exportaciones a Brasil durante el mismo período que bajaron significativamente (para más información ver: «La ruta comercial con Brasil: ¿PyMEs exportadoras argentinas en alerta?«) Es claro que el mercado brasilero es significativamente mayor que el uruguayo, con montos de intercambio superiores. Sin embargo, es un mercado accesible y en condiciones logísticas similares a Brasil.  

Entre los sectores que lideraron el crecimiento exportador se destaca, en primer lugar, la energía: las exportaciones de combustibles y energía pasaron de USD 56,5 millones en enero-marzo 2024 a USD 166,3 millones en el mismo período de 2025, con una suba interanual del 193,9%. También sobresale el avance en productos primarios como cereales (+517%) y pescados sin elaborar (+155%), así como manufacturas de origen agropecuario como azúcar y confitería (+110%), carnes y preparados (+39%), lácteos (+38%), y aceites (+33%). Estos rubros representan sectores donde las Pymes argentinas tienen fuerte presencia productiva y potencial exportador.

Del mismo modo que productos de origen industrial como Calzados (180%), Cartón (26%), Material de transporte terrestre (20%), Metales comunes y sus manufacturas (18,93%), entre otros, aumentaron significativamente y marcan un camino para las Pymes Argentinas, sobre todo aquellas que estratégicamente están más relacionadas al mercado brasilero y están perdiendo competitividad. 

Sabemos que no es fácil pero el contexto actual reviste de mucha complejidad para la exportación en general y para las Pymes en particular. Sin embargo, frenar no es una opción y Uruguay en las condiciones actuales puede ser un mercado disponible y en condiciones de competencia amigables.

En contraposición, las importaciones desde Uruguay disminuyeron significativamente: USD 47 millones en marzo y USD 164 millones en el acumulado enero-marzo. Se observa un comportamiento moderado de las importaciones, con mayor peso en bienes intermedios (USD 59 millones, +19,7%) y bienes de consumo (USD 37 millones, +31%). En cambio, cayeron fuertemente las compras de combustibles (–85%) y piezas para bienes de capital (–61%). El comercio de vehículos se mantuvo en cero, lo que también refuerza la oportunidad para la industria autopartista argentina de buscar una mayor participación en el mercado oriental.

Así, la balanza comercial bilateral resultó ampliamente favorable para Argentina, con un superávit trimestral superior a los USD 450 millones. Esta situación refleja la creciente inserción de productos argentinos en el mercado uruguayo y las oportunidades que este país ofrece para las Pymes nacionales, especialmente por su cercanía logística, estabilidad macroeconómica y complementariedad productiva.

Según un estudio del BID-INTAL (2023), Uruguay es uno de los destinos regionales más atractivos para las Pymes exportadoras por tres motivos clave: su marco institucional estable, sus altos estándares de consumo y su red logística eficiente. Además, el país comparte regulaciones sanitarias, fitosanitarias y normativas comerciales dentro del Mercosur, lo que reduce barreras de entrada.

En este contexto, las Pymes argentinas pueden encontrar en Uruguay un mercado disponible para colocar alimentos con valor agregado (lácteos, aceites, panificados, bebidas), insumos para agroindustria, materiales de construcción y maquinaria liviana. También existe demanda creciente en nichos como software, servicios técnicos y soluciones para el sector agrícola y forestal, donde Argentina posee oferta exportable competitiva.

En un contexto en el que la economía argentina se caracteriza por la inestabilidad y la escasez de previsibilidad de largo plazo, resulta clave para las empresas diversificar destinos de exportación. Incluso vender un pequeño porcentaje a precio de costo puede ser una estrategia válida si permite mantener una relación comercial abierta. La inestabilidad obliga, muchas veces, a realizar giros estratégicos, y en materia de comercio exterior estos movimientos solo son posibles en el corto plazo si ya existe un vínculo previo con el mercado de destino. En ese sentido, muchas de las empresas que hoy están logrando orientar parte de su producción hacia Uruguay lo hacen porque habían establecido canales de intercambio antes de enero de este año.

Por último, desde Apliconomy recomendamos para alcanzar el objetivo mencionado en el párrafo anterior buscar la asociatividad en la exportación de bienes y servicios, sobre todo para las Pymes. Esta es una de las pocas formas que les permitirá mantener abierta una relación comercial a largo plazo.